En el contexto de la respuesta y la recuperación en caso de desastre existe una gran diferencia entre los términos emergencia y desastre. Una emergencia es un evento al cual se puede responder mediante el uso de recursos ya disponibles localmente, lo cual implica que no hay necesidad de solicitar asistencia externa. Un desastre, por otra parte, se caracteriza por impactos que superan las capacidades de quienes deben responder y desencadena una demanda de recursos que no se encuentran disponibles localmente. Por consiguiente, un evento es declarado como un “desastre” cuando se requiere de asistencia externa para hacer frente a sus impactos. Un gobierno nacional declara un estado nacional de desastre o de calamidad pública como una forma de solicitar asistencia humanitaria internacional y el apoyo de la comunidad internacional para afrontar los impactos del desastre.
Las Tres fases: Respuesta, Rehabilitación y Recuperación
Cuando una ciudad o una región se ve afectada por una emergencia o un desastre, los primeros esfuerzos se concentran en hacerse cargo de los heridos, restaurar las líneas vitales y los servicios básicos. Posteriormente se trabaja en la restauración de los medios de sustento y la reconstrucción de las comunidades. Tales esfuerzos se pueden estructurar en tres fases:
- La fase de la respuesta, en la cual se llevan a cabo actividades tales como la búsqueda y rescate de heridos y afectados, la evaluación rápida de daños y necesidades y el suministro de primeros auxilios y posteriormente la apertura y la gestión de alberges temporales para aquellos que hayan quedado sin hogar así y el suministro de asistencia humanitaria a quienes han sido afectados.
- La fase de rehabilitación, en la cual se restablecen los servicios básicos y las líneas vitales, incluso de forma temporal, incluyendo la red vial y otras instalaciones esenciales incluyendo puentes, aeropuertos, puertos y pistas de aterrizaje para helicópteros.
- La fase de recuperación, en la cual se llevan a cabo los esfuerzos de reconstrucción en base a una evaluación más detallada de los daños y del grado de destrucción de la infraestructura. Además se realizan esfuerzos para restaurar los medios de vida de aquellas personas que ha sido afectadas.
Planes/Programas Nacionales
Hace varias décadas, los gobiernos de muchos países del mundo decretaron políticas para garantizar que en caso de un desastre se realizarían de forma oportuna y eficiente la respuesta y la recuperación. En la mayoría de los casos, dicha legislación incluyó el establecimiento de una Comisión Nacional de Emergencias (CNE) o una entidad de respuesta en caso de desastres; un Centro de Operaciones de Emergencias (COE) y una estructura jerárquica desde el nivel nacional hasta el local para coordinar los esfuerzos de respuesta y rehabilitación en todas las áreas afectadas por la emergencia o el desastre.
Centros de Operaciones de Emergencias
El COE es la estructura oficial que reúne a los representantes de ministerios y entidades gubernamentales, así como también, en algunos casos, representantes del sector privado encargados de coordinar las actividades de respuesta y rehabilitación. Se ha diseñado con el objetivo de facilitar la coordinación de los esfuerzos de respuesta en todas las regiones que se vean afectadas por un desastre. Mediante una compilación y un análisis eficiente de los daños y las necesidades, las instituciones pertenecientes al COE pueden identificar de manera eficiente como cooperar con el objetivo de hacer llegar de la mejor forma posible la asistencia humanitaria y otros recursos a las comunidades que se vean afectadas por el desastre y para llevar a cabo otros procesos de respuesta y rehabilitación.
Gestión de la Información
Para una planificación e implementación de los esfuerzos de respuesta y rehabilitación en las áreas que han sido afectadas por desastres es esencial poder contar con información precisa y actualizada sobre los daños y las necesidades. El uso de mapas es igualmente importante para dimensionar de manera más precisa la extensión geográfica del evento y las áreas afectadas. De igual manera es importante tener acceso a otros datos relevantes incluyendo la ubicación geográfica de sitios donde han sido dañadas o destruidas las líneas vitales y las rutas que aún pueden ser utilizadas para la distribuir la ayuda humanitaria. En los últimos años, los COEs han comenzado a utilizar Sistemas de Información Geográfica como instrumentos para la generación de mapas, así como servicios cartográficos disponibles en internet tales como Google Earth, para visualizar información geo-espacial adicional.
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El papel de la ONU
Reconociendo la necesidad de contribuir a los esfuerzos de respuesta y recuperación en caso de desastres, todos los esfuerzos que se realicen en nombre de las Naciones Unidas son coordinados por la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA, por sus siglas en inglés). En respuesta a una solicitud de un gobierno que se vea afectado por un desastre, la OCHA puede enviar un equipo de Evaluación y Coordinación de Desastres de las Naciones Unidas (UNDAC, por sus siglas en inglés) para proveer servicios de carácter técnico, principalmente en lo que se refiere a la coordinación en el lugar del desastre y la diseminación de información. Además, la OCHA puede activar su estructura de enfoque sectorial para brindar asistencia humanitaria de manera coordinada.