Gestión de la Información para la Respuesta en caso de Desastres

Un desastre se manifiesta por medio de sus impactos y sus efectos: provoca heridos y/o fatalidades, afecta los modos de vida de la gente en comunidades rurales y en zonas urbanas; desencadena daños y pérdidas en varios sectores de desarrollo (vivienda, red vial, agricultura, salud, educación, telecomunicaciones, energía, etc.); y afecta los procesos cotidianos de tipo comercial conllevando a pérdidas económicas.  Para poder apoyar a las comunidades y sectores afectados por cualquier desastre, es indispensable contar con información muy actualizada sobre los impactos.  Dicha información facilita la identificación de medidas para responder de manera efectiva y oportuna.

La información sobre la dimensión y localización de los impactos ayuda a las entidades gubernamentales a identificar de manera precisa las necesidades de todos aquellos afectados por el desastre.  Para generar tal información, los Comités Locales de Emergencia llevan a cabo Evaluaciones de Daños y Necesidades (EDAN) en las comunidades afectas, recopilando información sobre los impactos del desastre en términos del número de personas heridas, fallecidas y afectadas; el número de viviendas dañadas o destruidas; el grado de daño de edificios tales como las escuelas, hospitales, iglesias, edificios públicos, carreteras, puentes y otro tipo de infraestructura.  Una vez recopilada, esta información se transmite a los Centros de Operaciones de Emergencia (COE) que funcionan a nivel municipal, provincial o nacional, dependiendo de la dimensión del evento.

Uso de Información en los COEs

Dentro de los COEs se procesa y usa la información sobre daños y necesidades de varias maneras:

  • Para facilitar la coordinación entre las entidades gubernamentales sobre cómo usar los recursos disponibles en ese momento para responder a las necesidades.  Esto incluye las opciones para transportar dichos recursos a los sitios donde se requieren usando diversos medios de transporte dependiendo de la urgencia de las necesidades (avión, helicóptero, o transporte terrestre);
  • Para coordinar la rehabilitación de líneas vitales y servicios básicos que han sido afectados o destruidos;
  • Para deducir que recursos hacen falta, para así elevar la solicitud de ayuda humanitaria ya sea al sector privado, a las ONGs o a la comunidad internacional;
  • Para generar boletines en forma periódica informando a las autoridades y al público en general sobre los impactos del evento y las medidas que se están implementando para responder a tales impactos.

La importancia de los mapas

Los mapas son esenciales para facilitar la percepción sobre la extensión geográfica de las zonas afectadas por el desastre, la red vial que aun puede ser utilizada para transportar ayuda humanitaria a las comunidades que la necesitan y otros aspectos relevantes.  Los mapas son la mejor forma para desplegar la extensión geográfica de eventos tales como las inundaciones, deslizamientos, tsunamis, tornados o las marejadas; así como para sobreponer información relevante incluyendo la localización de comunidades afectadas, la red vial y otro tipo de información. 

Información satelital

El uso de imágenes satelitales y sistemas de información geográfica permite a los tomadores de decisión dentro de los COEs tomar nota de hechos relevantes tales como el número de hectáreas afectadas por inundaciones, deslizamientos, o incendios forestales o el número de kilómetros de carreteras que han sido afectados o destruidos. La información obtenida desde el espacio permite también tomar notar de carreteras establecidas recientemente que tal vez no aparecen en mapas cartográficos elaborados por Institutos Geográficos Nacionales; pero que pueden ser utilizadas como rutas de evacuación o como rutas para transportar ayuda humanitaria a aquellas comunidades en zonas remotas que la necesitan.

Información para la recuperación y la reconstrucción

Durante el proceso de recuperación, los gobiernos utilizan la información sobre impactos para brindar asistencia a aquellos que han sido afectados, para planificar el proceso de reconstrucción y para restaurar los medios de vida de quienes dependen de tales medios.  La información sobre las zonas afectadas, presentada en el formato de mapas, puede ser utilizada para definir normas de uso de suelo y esquemas de ordenamiento territorial como mecanismos para impedir la reconstrucción de infraestructura en tales zonas.  Este enfoque inhibe la reconstrucción de los riesgos que existían antes del desastre.